Sólo los grandes músicos pueden tener el privilegio de grabar junto a sus ídolos de infancia. Eso fue lo que le ocurrió a Slash, el famoso ex guitarrista de Guns N' Roses, quien durante el registro de su nuevo disco homónimo que se lanzará en abril próximo, invitó a Ozzy Osbourne y a Lemmy Kilmister, líder y bajista de la banda trash metal, Motörhead.
Así por lo menos se lo detalló a la página web de la revista Rolling Stone, donde grabó junto a sus dos héroes. "Sentarme al lado de Ozzy mientras está escribiendo la letra y practicando los tonos vocales es realmente un viaje", dijo el músico de húmedos rizos que esconde su rostro usando gafas y un sombrero de copa sobre su cabeza.
Incluso, reveló que el ex vocalista de Black Sabbath registró su voz en el propio hogar de Slash. "He estado escuchando a Ozzy desde que tenía 13 años", agregó.
Con respecto a Kilmister, sólo tuvo palabras de halago diciendo: "es la encarnación del rock and roll". Además, manifesó que "antes que fuéramos al estudio recibí una llamada de él diciendo 'ok, entonces necesitamos papas fritas y Jack Daniels', y sólo me recordó a mí mismo. Él vino con su bajo y fue grandioso".
En las grabaciones de este disco también participaron otros músicos como Chris Cornell (ex vocalista de Soundgarden y Audioslave), Iggy Pop, Kid Rock, Dave Grohl (cantante de Foo Fighters y ex baterista de Nirvana), Duff McKagan (bajista de velvet revolver) y Fergie (cantante de Black Eyed Peas).
Sobre esta última artista, con quien se presentó en una fiesta pre-Grammy del productor musical Clive Davis, mencionó que "creo que la gente va a tener un viaje cuando escuchen lo que es capaz de hacer Fergie".
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